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Empate amargo, entre sahumerios y artificios

Abr 9, 2019 #revolución azul

¿Qué pasa en la “U”?

Pareciera que ni los sahumerios de la semana anterior pueden ahuyentar la mala suerte que persigue al equipo que viste de Azul, entre impericia y fuegos de artificio, se logró un magro empate el pasado Domingo contra Unión La Calera en el Estadio Nacional, que mantiene a los dirigidos por Arias en el penúltimo puesto de la tabla a la espera del partido pendiente de Cobresal. La semana pasada tuvo mucho de morbo desde lo extra futbolístico en el Centro Deportivo Azul de La Cisterna. Entre trascendidos de cambios dirigenciales y gerenciales que hasta ahora no se concretan, acusaciones en prensa de aparente “cabronaje” del capitán Johnny Herrera contra exjugadores respecto de los premios y por supuesto la infaltable respuesta del portero acusando a un anónimo exjugador de ser “sapo”, entre otros episodios para tomar palco y comer cabritas. Pero ya lo más increíble fue la información de un “SAHUMERIO” que, al parecer, se habría realizado en el CDA donde incluso se quemaron los botines de Matías Campos Lopez. La idea, dicen, provino desde la directiva. De ser así, habría que suponer que la sugerencia vino de Marcos Kaplún, director independiente de Azul Azul, quien ya en el año 1990 hizo lo mismo cuando era dirigente Corfuch, quemando las muletas del, en ese entonces jugador azul, Patricio Yañez que se encontraba lesionado. ¿Y esa vez resultó? Los que vivieron esa época dicen que no mucho. Lo cierto es que Patricio Yañez no volvió a lesionarse de gravedad, pero al otro año terminaría jugando en el archirrival siendo campeón de la Libertadores. Mientras la “U”, sólo tuvo una pequeña racha de buenos partidos, para después sumirse en la debacle futbolística esa temporada y la siguiente, disputando incluso la liguilla del descenso el año 91. Sólo la llegada del Doctor Orozco y la Nueva “U” salvaría a un club, pero esa es otra historia. Este nuevo sahumerio, versión millennial, tampoco sirvió mucho. A los 30’ segundos de iniciado el partido contra Unión La Calera en el Estadio Nacional este domingo reciente, el volante Augusto Barrios venido de Antofagasta, que estaba jugando nuevamente como defensa por derecha, se rompió los ligamentos cruzados. Alarma en la “U”, seis meses de baja al menos. Aún con todo, el equipo de Arias que viene demostrando una mejora futbolística, siguió evidenciando una alta presión en 3/4 de cancha, desde sus delanteros Campos López y Guerra junto a Nicolás Oroz, el mejor de la “U” este partido, quien además de ser quien mueve los hilos en el medio, cuando la “U” no tiene el balón sube a presionar la defensa contraria junto a los mencionados. Producto de este movimiento táctico es que Jimmy Martínez roba un balón en la salida del cuadro cementero, para tocar con el reseñado Oroz quien la devuelve al oriundo de Talcahuano para marcar el primer gol del partido. Parecía un buen inicio de la “U”, pero al transcurrir el partido fue volver a lo mismo. Inmejorables llegadas tanto el primer tiempo como los primeros 20 minutos del segundo tiempo, que la “U” nuevamente NO SUPO CONCRETAR. Inaceptable para un equipo con el plantel que tiene Universidad de Chile y que jugando de local con 25 mil almas, no sepa cerrar el partido, menos considerando que está en las últimas posiciones del campeonato. Ni las llegadas de Oroz, Guerra ni del “santiguado” Campos López pudieron aumentar el marcador, tampoco con la entrada del panameño Gabriel Torres. Minuto 22 del segundo tiempo, la “U” ya no tenía el mismo ritmo que el primer tiempo, había dejado de ejercer pressing quizás por cansancio y había despilfarrado muchísimas oportunidades, cediendo espacios que Unión la Calera había sabido ocupar replegando al equipo Azul. El reloj marcaba las 19:00 horas del nuevo horario en Chile, cuando desde diferentes sectores de la Galería Sur del Estadio se comenzaron a encender bengalas y se inició el tronar de los artificios como protesta de parte de la incondicional Barra de Los de Abajo. Los codos, mostraban banderas contra Azul Azul, mientras que el denominado “cajón” parecía enfocar su reclamo por otros motivos. (Posteriormente por una declaración en redes sociales, la Barra aclararía que el motivo fueron los actos de Carabineros contra los hinchas azules en Antofagasta, que significó la pérdida de algunos lienzos). Lo cierto es que el partido se detuvo varios minutos y desde ese momento las amenazas de la autoridad por posibles sanciones no se hicieron esperar, a la espera de saber cuál será la sanción definitiva. Inmediatamente después, tras un tiro de esquina, vino el empate de Unión La Calera que desde antes de los artificios parecía venir.

¿Lo peor?

Es que el autor del gol es formado en la “U”. Cesar Franco Lobos es de la misma generación de Nico Guerra, y en algún momento fue enviado a España al igual que Camilo Moya (quien increíblemente no fue citado para este partido). Pero luego, a su regreso desde Celta de Vigo, no fue considerado en el club cuando Ronald Fuentes era gerente. No hay peor astilla que la del mismo palo, dicen, pero acá el problema es el tronco: Las políticas deportivas que no existen en la actual concesionaria y que significan que los jugadores juveniles no tengan espacio en el primer equipo, privilegiándose siempre jugadores foráneos. Salvo la insuperable posibilidad de Matías Rodríguez, que marró solo frente al arco. Lo cierto es que Calera creció después del gol terminando el partido atacando a los locales, mientras que los Azules trataban de buscar en la contra. Partido terminado, la “U” enredaba puntos valiosos. Johnny Herrera, quien siempre sale a dar la cara por sus compañeros, dijo en zona mixta que los fuegos y petardos habían “desconcentrado” al equipo. Sin embargo el técnico Alfredo Arias en conferencia prefirió no culpar las tronaduras por el empate, haciendo referencia a que en sus tiempos como jugador se celebraban este tipo de artificios. Más allá del reproche por un acto irracional de un grupo de hinchas y que significará sanción para Universidad de Chile, cabe preguntar si, ¿en serio, jugadores de la alta competencia van a “desconcentrarse” por tronaduras, a tal modo que les empaten el partido jugando de local? O sea, con estos jugadores asustadizos ni se nos ocurra ir a jugar a la Bombonera, al Mineirao, el Centenario, a la Casa Blanca de Quito o al Atanasio Girardot en Medellín… Las excusas terminan siendo reiterativas y ya muy poco creíbles. Excusas, sahumerios, cahuines, artificios y tanto tema extrafutbolísitco, que además de tener divididos al pueblo azul, NO SUMAN NADA. Hoy estamos en puestos de descenso y, si bien se ven atisbos de mejoría en el juego, no se ve el mismo progreso en el finiquito y en concretar ocasiones para cerrar el partido. Se repite lo que venimos diciendo, al parecer el problema es mucho más estructural que un problema simplemente futbolístico. La “U” está envenenada y requiere una limpieza profunda, un cambio estructural pronto. Algo que pareciera no puede solucionarse ni con sahumerios ni con artificios.

Carlos Harms | Radio AzulChile.cl

Foto: Eduardo Quiñones

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