Si lo que se lee o escucha resulta ser cierto, habrá que preguntarse ¿Hasta cuándo?. Las informaciones que vinculan la salida definitiva de Gustavo Canales de la “U” con la supuesta pérdida de confianza del “técnico por la fuerza” de la “U” Sebastián Beccacece hacia los kinesiólogos, miembros del equipo médico que trabaja hace años en el club – Mauricio Hernández y Mauricio Smith – hacen pensar que esto está exactamente al revés de lo que debe.
Porque para nadie es ya un misterio que la continuidad del DT sólo la permitió el hecho que la “U” no estuviera dispuesta a desembolsar la multimillonaria cifra firmada – en un error del cual aún se espera conocer a él o los culpables – al cerrar su incorporación en Octubre-Noviembre de 2015. No fueron sus méritos como jefe técnico, ni su innegable forma atractiva de jugar, ni su amabilidad o falta de soberbia los factores que lo afirmaron en el puesto por este semestre venidero. Tampoco su capacidad de autocrítica ni mucho menos su humildad. Él lo sabe, y todos nosotros también: se le está ‘aguantando’ única y exclusivamente porque no quiso renunciar a los beneficios económicos que le significarían que se le hubiera despedido. De manera que a juicio de este columnista no tiene autoridad moral ni ética para proponer refundaciones estructurales de ningún tipo. No don Sebastián. Usted no se ganó ese derecho en este club.
Acá por lo tanto bien vale preguntarse: ¿Es acaso un DT que NO CUENTA CON LA CONFIANZA de ningún miembro del directorio el llamado a exigir cambios de personas a las cuales el club, para desvincularlas, deberá indemnizar?; ¿Pagará de su propio patrimonio Beccacece (tal como dicen lo hará con Luis Bonini) los gastos extraordinarios que ello ocasione?; ¿Habrá algún pacto privado que, junto con acordar limitar su vínculo a 6 meses más y modificar lo de las cláusulas de salida, le otorgue este tipo de libertades?; ¿O lo hará de puro patudo y cara de palo que es?; ¿Quién en Azul Azul lo ‘banca’ o le otorga autoridad para este tipo de exigencias?
A opinión de quien suscribe, es en este momento en el que está en evidencia algo que sólo un hombre inescrupuloso puede llegar a hacer cuando sabe que tiene la sartén por el mango: ‘…no me pueden despedir porque no tienen como pagarme y entonces hago lo que me place…’
¿Cuánto y hasta cuándo tolerará esta situación el presidente Heller y su directorio?; ¿Estará dispuesto a seguir removiendo personas que por años han dado muestras claras de ser leales, profesionales y confiables para satisfacer caprichos de alguien en quien NO confía?
Finalmente, si en la cancha Beccacece demostró ser incapaz como DT, ¿Será capaz de calificar como bueno, malo o regular a profesionales del área médica?
Don Carlos Heller, esta es su verdadera prueba de tolerancia, para lo que no basta con tener dinero ni ser hincha. Acá es donde sólo vale ‘tener huevos’. Ejerza por favor su cargo y autoridad.
Por Jaime Aguirre Dueñas de @Cienx100Azules.