Cristian Ibarra, hace una reflexión de como ve el hincha por estos días el momento que atraviesa la U, ¿Qué opinas?
La tarde del domingo 13 de marzo era especial, ya que aparte de jugarnos tres puntos importantísimos, también veíamos con buenos ojos llegar con un resultado favorable para afrontar el superclásico del próximo fin de semana.
Los hinchas llegamos con la fe intacta como cada partido para apoyar a nuestro equipo, y todo era carnaval y alegría en los distintos sectores del estadio. El recibimiento al equipo fue bonito; lleno de cintas y el bombo haciendo levantar hasta el último romántico viajero para cantar con el alma. El trabajo de los incondicionales era perfecto, solo faltaba que nos respondieran en la cancha.
Tan solo faltaron cuatro minutos para que el rival se pusiera en ventaja ante un error de Herrera de esos que no se pueden cometer. El tiro libre no se veía con mucho peligro, el portero la recibe con el pecho pero queda rebotando a lo que el Arcángel no perdonó y rompió las redes. De todas formas, en la galería no se notó el descontento porque seguimos cantando igual e incluso más fuerte. Los jugadores vieron claramente que era un golpe de atención, sobretodo el meta que se lamentaba en el área.
El juego de los visitantes rosaba la perfección (como lo fue casi todo el partido), solo le bastaba con presionar un poco a los nuestros para que estos entraran en desesperación y perdieran la pelota fácilmente. Y así fue, como en un contragolpe, llegó el segundo para los del Campanil, Un gran centro de Renato González, que no celebró el gol, recibe nuevamente el Arcángel para conseguir su doblete. Realmente fue un jarro de agua fría que cayó sobre los asistentes debido a que comenzamos a mirarnos y preguntarnos sobre que estaba pasando. Como tantos errores en tan poco tiempo. ¿Falta de concentración?, ¿Los jugadores ya pensaban en el clásico? Saquen sus propias conclusiones.
Cuando ves a tu equipo en esas condiciones, recuerdas que de todas formas no vas a abandonarlo, pero el momento de desesperación no te lo quita nadie, de impotencia. El ver a jugadores que, incluso ellos, se dan cuenta de que no están pintando nada en el plantel. Y es lo que a uno le duele y piensa, al menos en mi caso: “No seré tan bueno ni profesional como (nombre jugador), pero de seguro juego con más corazón”.
De igual forma cuando uno piensa que nada más puede ir peor, se produjo el tercer gol en contra, lo que nos dejó helados. La decepción era letal, por nuestras cabezas pasó infinitamente la frase “Porque”. Así terminó el primer tiempo.
He aquí donde quiero hacer hincapié. Cuando los jugadores, cabeza gacha enfilaban al vestuario, desde el codo iaquierdo saltó un hincha con su camiseta en la mano a encararlos, donde pude intuir que les decía que jugaran con mas corazón, evidentemente se fue detenido, ahí pensé “¿Cuántos nos vimos reflejados en ese muchacho?”. Seguramente muchos.
El final de partido ustedes ya lo saben, donde mínimamente conseguimos el gol del “honor” ante una gran Universidad de Concepción.
¿Qué viene ahora? El clásico ante Colo Colo. Duro rival, que de seguro nosotros vamos a querer vencer. Pero ¿Con qué actitud saldrán los jugadores? Espero que no sea con la misma de ayer y no volver a la desesperación: la desesperación del hincha azul.
Por Cristian Ibarra