El partido frente a Coquimbo Unido, reflejó en una especie de resumen, todo lo que ha hecho la «U» en el presente año. Porque al inicio de esta temporada, Universidad de Chile la comenzó con ganas, ímpetu, intensidad, buscando los buenos resultados, luego de eso vinieron las dudas, los equipos le tomaron la mano, cayó en el abismo, y aunque mostró alguna respuesta casi al final, eso no alcanzó para dejar una imagen decente, en el campeonato que está a punto de concluir.
El duelo ante Coquimbo Unido poseía un condimento especial, la «U» enfrentaba a un rival directo por la lucha a la clasificación de torneos internacionales, y los cuatro puntos de distancia entre ambos hasta ese entonces, prometían un espectáculo parejo, que se podía definir por alguna genialidad, o algún detalle que marcara la diferencia.
Dadas algunas ausencias obligadas, el técnico Mauricio Pellegrino, movía el tablero en la previa, y si bien se mantenía el esquema, o la idea con la cuál había triunfado en el pasado Clásico Universitario, la novedad vendría en el medio terreno; volvía a la titularidad Emmanuel Ojeda como volante central, relegando a Renato Cordero a la posición de volante mixto izquierdo, y desde el primer minuto, Cristián Palacios, sería quién acompañaría a Leandro Fernández en la ofensiva azul, en desmedro de Nicolás Guerra, que se sentaría en el banco de suplentes.
Esto trajo dudas a los especialistas, sin embargo, hay que ser justos. La movida le estaba resultando a Mauricio Pellegrino, ya que Universidad de Chile estaba jugando bien al fútbol en el primer lapso, en donde destacó el ya mencionado Emmanuel Ojeda, quién estuvo bien en la marca, y pulcro en la salida, incluso, habilitando de forma magistral a Cristian Palacios, cuyo grito de gol fue ahogado por el arquero visitante Diego Sánchez.
La primera parte entretenía al crítico que gusta del buen fútbol, con mucha pelea de balón en medio terreno, con un Vicente Fernández incisivo por la banda izquierda, quién a los pocos segundos de iniciado el juego, lanzó un centro medido desde el sector izquierdo, para un Cristian Palacios que estuvo peleado con el arco.
El primer tiempo estaba siendo marcado por todo lo señalado antes, incluso, en una jugada ofensiva azul, que nació de un contragolpe, Lucas Assadi, con libertad y a perfil cambiado, ganó línea de fondo, centró para Leandro Fernández, quién pretendía batir el arco rival, sin embargo, encontró en Diego Sánchez una tapada elástica, de partido. Universidad de Chile no cesaba en sus intentos, en otra jugada ofensiva; Leandro Fernández centró desde la banda izquierda, en donde Cristian Palacios, no llegó por apenas unos centímetros a finiquitar.
Y como se escribió más arriba, el fútbol está marcado por detalles que marcan la diferencia, desde un tiro de esquina, Coquimbo Unido llegó a la apertura de la cuenta, en donde Rodrigo Holgado marcó de cabeza el primer tanto para los «piratas», y encontrando una feble resistencia de la defensa azul.
Hasta que llegó otra de las jugadas que marcaron el trámite del partido, Matías Zaldivia, en un intento de apriete en la salida del equipo rival, derribó a Rodrigo Holgado. Manuel Vergara, juez del encuentro, sancionó al defensa de la «U» con tarjeta amarilla, sin embargo fue llamado por el VAR, rectificando su decisión, anuló la tarjeta amarilla, mostrándole roja directa al defensor azul (42′).
Esto modificó todo el esquema, y toda intención del Romántico Viajero de pasar por encima a su rival, y si todo lo anterior hubiese sido poco, acá es donde vino la guinda de la torta, en un ataque de Coquimbo Unido, cuando Benjamín Chandía estuvo a punto de batir a Cristopher Toselli con un potente zurdazo, Renato Cordero, en una reconversión defensiva llegó al cruce limpiamente, impidiendo el gol con su botín derecho ,que al ser despejado, dio de rebote en su mano derecha. Y nuevamente; Manuel Vergara, con una falta de criterio absoluta, marcó el penal para Coquimbo Unido, tras ser llamado nuevamente por el VAR, que posteriormente Rodrigo Holgado, lo transformó en el segundo tanto para la visita (45+6′)
Y nuevamente se puede insistir con eso de los detalles, ya que tras cartón, Vicente Fernández, tras una vistosa jugada, eludió a dos defensores rivales, lanzando un centro medido para Cristian Palacios, que de manera inexplicable erró de cabeza, cuando Diego Sánchez estaba batido.
En el descanso, se indicaba que en el segundo lapso, Universidad de Chile iba a buscar de manera afanosa el tanto que le permitiera ajustar las cifras, y que los dirigidos por Fernando Díaz, aprovecharían esta instancia para congelar el partido. Y verdaderamente eso se fue cumpliendo a medida que avanzaba el segundo tiempo, eso acompañado por una mala lectura de Mauricio Pellegrino; quién en vez de mantener a Emmanuel Ojeda en la zona defensiva junto a Luis Casanova, reconvirtiendo a Renato Cordero como volante central, y haciendo ingresar a Jeison Fuentealba desde el inicio en el segundo tiempo, como volante mixto por el sector izquierdo, decidió el ingreso de Ignacio Tapia, que aunque tuvo buenos minutos, no era la solución aparente, a lo que estaba sucediendo en el campo de juego.