Tras regresar de sus vacaciones, el volante azul, Camilo Moya, conversó con ADN Deportes sobre el 2022 que se le viene al conjunto azul, y como sintió el intenso año que ya se va: «Estar en una posición de descenso acá en la U es super difícil, porque se exige estar en los puestos de arriba, ser campeón, estar en una copa y estar en un puesto de descenso no es fácil. Yo lo pasé mal, no tuve una gran temporada, estoy muy al debe y lo tengo claro. El cambio de técnico me hizo dudar de mis capacidades, me hizo pensar cosas negativas y cuando estaba sacando eso viene el partido con Everton y me vine abajo. Son muchas cosas que van pasando y vas bajando el nivel.»
También se refirió a su continuidad y el diálogo con el Gerente Deportivo, Luis Roggiero: «Hablé con Roggiero y me dijo que este 2022 tenía que ser mi año.»
Sobre la salida de dos jugadores, que pintaban como pilares del 2022 (Joaquín Larrivey y Ramón Arias), comentó: «Son dos jugadores muy importantes para el equipo y duele porque son ejemplos para nosotros, por como se entrenaban y como disputaban cada partido, duele la partida de ellos, eran elementos muy positivos y que nos hacían bien. Eran de los que más se esperaba que renovaran.»
Un tema importante es la capitanía en la U, y tras el éxodo de sus capitanes (De Paul, González, Espinoza), esta tarea recaería en el juvenil más antiguo que es el propio volante: «No sé si ahora sea tan querido por la gente y quizás digan que estoy loco, pero sí me gustaría asumir esa responsabilidad. Creo que con todas las ganas que tengo para el 2022, sí me gustaría. Estoy en la U desde los doce años y ser capitán sería muy lindo. Ya no va en mí, depende de otros factores, pero me gustaría asumirla.»
Por último, recalcó el desafío número 1 para este nuevo año: «Ser campeones. Le debemos eso a los hinchas.»