Lo del sábado fue, como lo dijo el gran Tito Aguad, “HEROICO” y aunque no nos sirva un empate para nuestras aspiraciones, fue una alegría enorme el poder estar ahí y ver como despertaba el León, que escuchando el rugido de la hinchada levanto cabeza y le faltó poco para quedarse con el triunfo ante un O’Higgins que nos hizo pasar zozobra desde el comienzo del partido.
Que bien conocemos lo difícil, a cuanto sufrimiento le hemos puesto aguante y corazón, siempre que nos hemos caído nos levantamos más fuertes y más experimentados. “UNIVERSIDAD DE CHILE SOMOS TODOS” es un dicho que no se aleja para nada de la verdad, el cuerpo técnico y el plantel futbolístico no lo son todo en esta institución, el tercer agente del Bulla se hace ver cada vez más desde hace muchos años atrás, la Hinchada del romántico viajero se ha vuelto el jugador número doce durante mucho tiempo, engrandeciendo la mística de ser hincha azul, poniendo el aguante por sobre todas las cosas, dando la cara en las malas y haciendo la fiesta en las buenas, repletando el estadio Nacional cada partido, no solo en los clásicos, no solo en las finales, no solamente cuando se va puntero.
La fidelidad al equipo es algo que la gente del Chuncho aprendió desde chica, algo que acompaña durante todo el campeonato, y lo más claro que se deja ver fecha tras fecha es que el sentimiento solo puede seguir creciendo y que no parará de hacerlo.
Porque la hincha azul no le importa nada además de estar en todas con el equipo, este hincha es el que viaja desde todas partes hasta el complejo en Ñuñoa, el que tiene la autogestión, el que arma la fiesta desde todas las localidades ya sea Puente alto, Renca, Peñalolén, Padre hurtado, Talagante, Maipú, Quilicura, Pudahuel, Peñaflor, La Isla de Maipo, San Bernardo, La Pintana y tantas otras comunas además de los incontables hinchas que viajan desde región, dejando todo de lado única y exclusivamente para volver a vivir 90 minutos de pura pasión, donde nada más importa y la voz se rompe por gritar un gol del equipo de nuestros amores.
Pasión que se nutre con cada encuentro, pasión que no se extingue por ir perdiendo 2 a 0, ni por una mala campaña, ni por malas decisiones técnicas, un día juramos nunca abandonarte y en el último encuentro quedo más que demostrado, esta hinchada canta los noventa a viva voz y los jugadores lo sintieron, lo sintió Pinilla que no bajó los brazos, lo sintió Lorenzo Reyes que no se cansa de mojarla, lo sintió Pizarro que con su madurez y talento condujo al equipo a un mejor juego… y nosotros los hinchas también nos sentimos orgullosos de ver a quienes juegan por amor a la camiseta, porque este amor se impregna en cada uno de los que sentimos el espacio que solemos ocupar dentro de las galerías como un segundo hogar, como un lugar especial en el mundo donde el color azul penetra hasta los huesos y el alma de cada uno vibra con el rugido de una hinchada aleonada y que al ser escuchada por los jugadores se transforma en ese impulso extra para ir por más, por la victoria.
Qué fácil para algunos debe ser callarse al ver el primer gol, que fácil para algunos debe ser putear a los jugadores al ver pasar al segundo, que fácil es pedir que se vallan todos en las malas, que fácil debe ser abandonar. Pero eso acá no se conoce, lo difícil para nosotros es dejar de romper la voz por ti Romántico Viajero.
Este fue un empate que talvez dejó un gusto amargo para lo que viene en el campeonato, pero así se aprende y así lo hemos entendido cada uno de los que se pone la camiseta de un equipo que ha sabido de sufrir, pero que no le importa nada de eso, pues jamás abandonará ni hoy ni nunca. El jugador número 12 que representan miles, miles de personas en una sola voz alentado por ti, Universidad de Chile te amamos y por ti vamos hasta MAS ALLÁ DEL HORIZONTE.
Diego Maulen Carvallo | Radio AzulChile.cl