Luego de cuatro años peleando en los puestos del descenso, hoy la U, con una victoria sobre Universidad Católica, está a dos puntos del puntero Cobresal y Huachipato, que tiene un partido menos. En un partido trabado y técnico, se consiguieron tres puntos importantes, para quedar en la parte alta del campeonato. Condición que no se observaba, desde la era de Dudamel.
Pellegrino logró construir un equipo de atrás para adelante. Sólido defensivamente, con dos jugadores como Casanova y Zaldivia, que lograron entregar una seguridad que años anteriores no se pudo encontrar. Con Campos, que logró la regularidad y con ello la confianza, para hacerse cargo del arco azul, teniendo grandes actuaciones, y con tapadas, que demuestran la capacidad para el puesto. En el mediocampo y la delantera, es un tema a debatir. Porque encontramos jugadores muy irregulares, es decir, podemos tener partidos con grandes actuaciones como el clásico universitario, o deficientes como el de Coquimbo Unido, o el pasado en Copa Chile.
¿y los refuerzos? Por ahora nada. Sin embargo, desde hace tres años que anhelamos un lateral izquierdo. Y con la falta de gol en este campeonato, es imprescindible reforzarnos con un pepero, que nos lleve a las victorias. Porque la U, llega al área, pero no finiquitamos. Es momento que Azul Azul, contrate. Logramos tener un equipo estable y con funcionamiento, solo faltan puestos claves para poder mantenernos en la parte alta y porque no, en primer lugar, clasificar a un campeonato internacional, y segundo ser campeones después de casi seis años.
¿Nos ilusionamos? Debemos ser pragmáticos. Celebrar, obviamente, después de años de fracasos, tenemos el derecho a festejar estos triunfos tan lindos, como ganarle a tu clásico rival, pero vamos paso a paso. Hoy la U mostró jerarquía, pero debemos sostenerla. Demostrar que somos la U, un equipo grande, con mentalidad de grande. Desde el cuerpo técnico se está haciendo un trabajo serio. Hay jugadores comprometidos, y el hincha que cada vez que se le convoca, cumple, y llena el estadio. Es momento, es ahora, debemos apuntar alto, y por qué no, campeonar.