Como buena canción de Jorge González y otra de Jorge Pedreros, Luis Miguel Retamales comenta el complicado momento que vive la U.
Transcurridas recién cinco fechas del campeonato clausura(¡) del fútbol chileno, y habiendo sufrido una “inesperada” eliminación de la Copa Libertadores, se empiezan a sentir voces que piden la salida del técnico Sebastián Beccacece aludiendo una serie de razones que van desde su inexperiencia hasta su posible confusión técnica.
Curiosamente muchos de los que hoy piden su salida son los mismos que ante la eventual clasificación de la “U” a la Copa, pedían que no ganáramos la Copa Chile para “evitar ir a hacer un papelón”… Y si sabían a esas alturas que haríamos un “papelón”, como lo llamaron, ¿por qué culpan ahora al técnico?
Se dice que no se sabe a qué juega la “U”… si se sabe, al principio jugamos con línea de cuatro y ahora lo hacemos con línea de tres. Se juega con un volante central, otro volante que sube y baja y un tercero que hace de enganche, todos apoyados por dos laterales que suben y bajan (deberían, al menos) por su sector, y arriba dos delanteros, abiertos ambos, o uno por el centro y otro por fuera. El cambio de esquema no es malo, al contrario, ojalá llegue el día en que en un mismo partido podamos aplicar dos o más esquemas de acuerdo a como se de el encuentro y a como se pare el rival. Pero hay un trabajo en ese sentido.
Teniendo claro el esquema, no es culpa del técnico que los jugadores anden bajos, muy bajos algunos, pero tampoco es novedad porque al término de la campaña anterior con Martín Lasarte llamaba la atención el bajo rendimiento de varios que hoy siguen en el mismo paupérrimo nivel. No es culpa de él, por ejemplo, que haya jugadores que de diez “ollazos” (no son centros porque van donde salgan) solo uno o dos lleguen a algún azul; o que otro no sea capaz de parar una pelota estando solo, y que en lugar de eso prefiera reventarla. Y lo pero de todo es que cuando ello ocurre, mira a la banca y no ve a nadie a quien echar mano. Pero dejó ir a varios, dicen, pero estoy seguro que ninguno de los que se fueron es mejor o incluso ahora está jugando mejor que los que se quedaron: Farfán es banca en Palestino, Benegas no destaca en Audax, Renato Gonzalez no se afirma en U. de Concepción. A estos se suman Francisco Castro, que entrena con los juveniles, Rodrigo Ureña, titular en Cobresal, Paulo Magalhaes, que al parecer aún no debuta en el Internacional de Porto Alegre y Pepe Rojas que está en Belgrano de Córdoba. Salvo el ex capitán, ninguno de los mencionados era titular en la temporada pasada…
Es cierto que trajo tres refuerzos, pero dos de ellos fueron la segunda o tercera opción de sus solicitudes, ya que solo Gonzalo Jara pudo llegar y no se tuvo suerte ni con Marcelo Díaz ni con Eugenio Mena. Entonces como segundas opciones vinieron Luis Fariña y Fabián Monzón, el primero con una intermitencia que preocupa y el segundo con serios problemas de estado físico. En esto sí tiene responsabilidad Beccacece, ya que él dio el visto bueno para su llegada. Del resto del plantel no tiene responsabilidad, este fue armado a mediados del año pasado , ya que de acuerdo con una de las tantas incongruencias de nuestro torneo, a inicios de año, cuando los equipos deben reforzarse para la Copa Libertadores, solo se permiten tres contrataciones (salvo que se contrate exclusivamente para el torneo continental) y es a mediados de año cuando se pueden hacer cambios masivos. Así, no esperemos que nuestros equipos tengan un buen desempeño en el principal torneo sudamericano, ya que además con el ridículo calendario que tenemos los clubes nacionales tampoco pueden hacer pre temporada.
Es obvio que la inquietud ronda en el CDA, y las declaraciones de la semana pasada de Canales, Herrera y el mismo Beccacece así lo indican, porque no es casualidad que los dos principales referentes del plantel hablen a la prensa la misma semana y que también lo haga el cuestionado director técnico. Soy de la idea de que hay que darle tiempo para que esta nueva mano se consolide, de la misma forma como se consolidan todos los proyectos que han sido exitosos: si ya es poco plazo darle un torneo, que en el fondo es una rueda, peor es pedir que salga cuando se han jugado siete encuentros. Pienso que hay que creer en su proyecto, ya que además es una idea de fútbol que agrada al paladar del hincha azul y que representa los mejores momentos de nuestra historia. Ojalá pudieran venir pronto los triunfos para que pueda trabajar en un ambiente más calmo.
El columnista debería diferenciar entre «como juega la U» de «a que juega la u». ni col el peor Lasarte la u paso cinco partidos sin hacer goles de jugada… y no se debe olvidar que el River Plate tampoco era un equipazo.
APOYAR, APOYAR Y ALENTAR!!!
Se esta jugando mal, jugadores sin ganas, no hay futbol, pero amamos estos colores y nuestro corazón nos dice inconscientemente apoyemos y alentemos, por que en las remalas es cuando mas se nos infla el pecho de llevar la «U» roja!
Vamos la «U»!!!