Sebastián Beccacece, reconoció que el haber pateado un refrigerador en el clásico ante Universidad Católica fue «una acción desmedida», pidiendo además disculpas por su reacción tras el penal que terminó con el 3-0 a favor de los cruzados.
Por patear el refrigerador de bebidas isotónicas, que terminó en el suelo y con su puerta rota, el director técnico del elenco colegial fue citado al Tribunal de Disciplina de la ANFP y arriesga una sanción.
«Quiero pedir disculpas al público del fútbol, a los directivos de la ‘U’, a la institución, a la gente que vio la imagen. Cometí un error a través de una acción desmedida, un impulso que no corresponde. Acepto que me equivoqué feo. La mejor manera era asumir el error dando la cara», expresó.
«Lo he pasado muy mal, principalmente porque soy padre de dos niñas y considero que la acción ha sido desmedida. Conversando con la mayor (de mis hijas) que te diga que ‘tú me enseñas que hay que saber perder y tú no sabes perder’. Más allá, tendré que asumirlo y hacerme cargo como corresponde, aceptando el castigo correspondiente», agregó.
Continuando con su locución, el rosarino indicó que «a mi hija realmente no le contesté. Me dijo algo tan contundente que a veces el silencio es lo más conveniente. Es un mensaje fuerte, los chicos entienden ciertas circunstancias que creemos que no entienden y lo hacen mejor que nosotros».
Además, el otrora ayudante técnico de la ‘Roja’ aclaró que «es la primera vez que cometo una acción de este tipo, habré cometido otras, pero no de este tipo. No la justifico, me parecen exageradas. Fue un error grosero de mi parte, lo acepto, ofrezco las disculpas públicas y ya está. Considero que no me inhabilita para dirigir a un equipo. Todos nos hemos equivocado y seguimos trabajando».
En el plano estrictamente futbolístico, Beccacece aclaró que no existe una irregularidad en el plantel azul, pese a caer con la UC tras alcanzar dos triunfos en línea. «El equipo no está inseguro. El trabajo nos va a acercar a lo que deseamos, que es ganar. El equipo está en la regularidad de lo que ha sido el torneo, sacando a Iquique», dijo.
«Mi estadía en la U ha sido traumática y lo comparto con mi entorno más cercano. Uno comparte no solo alegrías, también tristezas y es cierto que a lo largo de la vida son más los momentos difíciles que los alegres», añadió.
Finalmente, en un breve análisis de lo que ocurrió en el clásico en Ñuñoa, el trasandino señaló que «tuvimos momentos en que el trámite fue adverso y el resumen final es que la ‘U’ no concretó las bastantes ocasiones que ha generado. Ellos convirtieron, nosotros no. En posesión fuimos superiores, en pases los triplicamos, pero no convertimos. Nosotros tendremos que seguir afinando los detalles, mejorando la concreción, esperando ser contundentes».