Todos sabemos que en un club de fútbol interactúan cuatro grupos o sistemas: el cuerpo técnico, el plantel de jugadores, los dirigentes y las divisiones inferiores. Para mi forma de ver el fútbol, el mal desempeño actual de todos estos estamentos ocasionan que la Universidad de Chile esté viviendo un pésimo momento, el que podría resumirse en la “tormenta perfecta”.
Cuerpo Técnico
La principales críticas que se le hacen al actual cuerpo técnico del primer equipo es que carece de experiencia, ya que hasta ahora Sebastián Beccacece siempre se desempeñó como ayudante de Jorge Sampaoli, y que cometió un error ético al reunirse con jugadores del plantel estando aún en funciones el anterior técnico. Aunque también se le puede atribuir esa supuesta inexperiencia a la falta de ideas o acciones para salir de la crisis, creo que por muy ayudante que haya sido, el haber ganado una Copa Sudamericana y una Copa América, y haber participado de un Mundial de Fútbol, conviviendo con “camarines pesados”, le da mucha más experiencia que varios entrenadores actualmente vigentes. Por lo demás, no es el primer director técnico que ocupa la banca del primer equipo azul en calidad de debutante: Luis Alamos, Ulises Ramos, Manuel Pellegrini, Cesar Vaccia, Víctor Hugo Castañeda, Héctor Pinto, son los primeros que se me vienen a la mente, con suertes disimiles, es cierto, pero todos debutantes al fin y al cabo.
Plantel de jugadores
El actual plantel de la “U” debe ser el más malo de los que se han visto en los últimos años, así de claro. Muchos de los titulares están pasando por momentos bajos en lo futbolístico o sufren de lesiones crónicas y en los suplentes no hay nadie que venga “pidiendo cancha”. Hace rato que los refuerzos que se traen no son tales y terminan yéndose sin pena ni gloria a lucirse en otros equipos, y este año tampoco fue muy acertado en ese aspecto: hablo de las contrataciones hechas a mediados del año pasado por Martín Lasarte (Leonardo Valencia, Renato González, etc.) y también a inicios del presente por el actual técnico (Luis Fariña, Fabián Monzón). El plantel entonces es “corto”, porque ni de cerca hay dos jugadores por puesto, y mediocre, ya que el nivel de muchos es muy bajo para un equipo como la “U” y estoy seguro que no tendrían cabida en alguno de los equipos históricos.
Dirigentes
Nadie puede discutir siquiera que los dirigentes de Azul Azul son hinchas de la “U”, y el mismo presidente de la concesionaria, Carlos Heller, tiene una historia que así lo avala, e incluso no tienen el prontuario de anteriores dirigentes como el caso de Yuraszeck o el “Choclo” Délano. Sin embargo han cometido varios errores, partiendo por el haber prestado la oficina para que Beccacece se reuniera con los jugadores en el hecho mencionado más arriba. El otro error, fundamental para mi juicio, es haber prescindido de gente que sabe de fútbol, ya que no solo despidieron a Sabino Aguad sino que tampoco trajeron a un reemplazante adecuado y en la Comisión de Fútbol no se ve a nadie, de peso, con esas características. Y por último han incumplido la principal promesa emanada de la boca de Heller, la del famoso estadio que sería construido bajo su mandato.
Divisiones inferiores
Tradicionalmente las divisiones inferiores de la “U” fueron proveedoras no solo del primer equipo sino también de otros equipos y hubo momentos en que en todos ellos había al menos un jugador nacido en la cantera azul. Y muchos de esos jugadores se hicieron técnicos, influenciando así a la totalidad del fútbol chileno. Pero eso era antes, porque hoy las inferiores no son alternativa para buscar relevos para este mediocre plantel, si no, no se explica por qué la “U” hace años busca un lateral izquierdo sin resultado, o por qué no sale un delantero que permita apurar a Ubilla o a Rubio.
Es cierto que la concesionaria ha tratado de reaccionar a esta pobre realidad del “fútbol formativo” y trajo a un entrenador español, que se desempeñó, entre otros clubes, en Atlético de Bilbao, pero desafortunadamente al parecer la materia prima no es buena, y eso se ha reflejado en el pobre nivel de los Sub-19, quienes ahora ni siquiera son considerados como relevos: Beccacece al parecer prefiere a los Sub- 17. Se reconoce el esfuerzo y las ganas de buscar soluciones, pero hasta ahora han sido solo eso, buenas intenciones.
Cuando todos estos elementos andan mal, nada puede salir bien, y solo queda esperar “La Tormenta Perfecta”. ¿Cuál es la tormenta de la “U”? ¿el descenso? ¿alcanzarán a reaccionar los dirigentes?