En el estadio el Lucio Fariña Fernández de Quillota, Universidad Chile salió a disputar una nueva fecha, esta vez contra Melipilla.
El equipo azul venía de acumular cuestionamientos, derrotas y solamente un punto en los últimos 18 disputados. Factores que buscaba revertir en el sintético canario.
Esteban Valencia buscó variantes desde la posición de algunos nombres, como adelantar a Andia y volver a entregar la titularidad a Gatica por izquierda. La seguridad le duró algunos minutos al conjunto azul, hasta que desde un balón jugado por el arquero local terminó con Zavala encarando, derrumbando a González y abriendo la cuenta para los potros.
Desde ese momento, la U no tuvo respuesta alguna para buscar ni menos encontrar el empate. Y solo quedaba esperar al medio tiempo.
En el complemento no cambió nada, ingresaron algunos, salieron otros, pero la actitud y el fútbol siguió exactamente igual. La visita era una lágrima en la cancha que se generaba cero ocasiones de peligro en la puerta local. Faltaba de todo en el equipo laico y le sobraba la modorra que se instaló en el CDA luego del gol de Bolados en Rancagua hace un mes atrás.
El segundo y tercer gol fueron una muestra irrefutable del momento universitario, pelotas perdidas sin ninguna intención de ser recuperadas, para luego ser llevadas con toda pasividad y calma por el cuadro melipillano hasta las redes de De Paul.
Volvió a perder la U, se queda a 5 puntos de entrar en la promoción y el desempeño del equipo es por lejos el peor de los equipos de primera división. Hoy, ninguno equipo juega peor que el romántico viajero. Se vienen 6 partidos de sufrimiento para los azules, en donde pelear por un cupo a copas internacionales, parece una broma cruel y la única disputa real es por zafar de la promoción.