En el estadio el Nelson Oyarzún de Chillán, Universidad Chile salió a disputar una nueva fecha, esta vez contra Ñublense.
El conjunto mágico hacía debutar a su nuevo interino, Cristian Romero. Entendiendo la importancia de no perder, relojito mandó a la cancha a un equipo más preocupado del arco propio que la puerta rival.
El duelo en el primer tiempo fue muy trabado, en donde a los chillanejos tampoco les molestaba una igualdad, esto porque aumentaban ambos cuadros la diferencia con Curicó, equipo que está en zona de promoción.
El partido se jugaba en la mitad de la cancha, con escasas ocasiones de peligro y muchas detenciones. De esa manera, el descanso llegó sin pena ni gloria.
En el complemento la historia no cambió en un principio, ya que ambos equipos demostraban mucho más temor de perder que ganas de ganar. De esa forma el encuentro avanzaba sin emociones.
Pero lentamente el miedo volvió a echar atrás al cuadro laico, de a poco la U empezó a retroceder en el campo. Junto con ello, se volvieron a evidenciar los errores productos de los nervios. Si no se transformaron en gol, fueron por la impericia de Guerra y la virtud de De Paul. Aunque uno de esos errores si fue catastrófico, un penal inentendible de Arias terminó con el gol de Vargas. 1-0 y partido terminado.
Lo de la U es crítico, en la cancha no muestra argumento alguno para poder salvarse del descenso. Hoy por hoy, los azules solo se aferran a un milagro para quedarse en primera división.