En el estadio el Teniente de Rancagua, Universidad Chile salió a disputar una nueva fecha, esta vez contra Palestino
El equipo azul se notaba más atrevido que en sus presentaciones anteriores, retomando a sus laterales titulares, Andia y Morales. Ambos jugadores fueron factor en el ida y vuelta por las dos bandas.
El partido no era bien jugado, tanto a la U como a Palestino le costaba encontrar respuestas y los circuitos necesarios para generar peligro en la puerta rival. En eso, el duelo se volvió desordenado y el balón iba de un lado a otro.
En la mitad del primer tiempo los locales encontraron una ventana para abrir la cuenta, en especial con un mano a mano que Gatica marró ante el rápido achique de Toselli. La U llegaba, pero la ansiedad mataba la tranquilidad que se necesitaba en el momento de la definición.
En el segundo tiempo, los azules volvieron a crecer y a creer. En especial por el tanto que finalmente se le anuló a Ramón Arias. El gol estaba cerca, pero no caí en la puerta tricolor. En cambio, las llegadas de la visita eran cada vez más esporádicas, pero siempre tenían como denominador común una mala salida de la retaguardia del romántico viajero.
Y llegó el momento, una pelota perdida se transformó en un pase a Luis Jiménez, a quien nadie bajó con la fuerza necesaria, el mago siguió la jugada que terminó con la conquista de Carrasco. Fue la única diana del encuentro, otro partido perdido y una cosecha paupérrima de solo un punto de 18 posibles.
Un mazazo recibió el cuadro mágico que ahora queda a solo 8 puntos de los puestos de promoción, una situación impensada hace unas fechas, pero que ahora solo es explicada por el duro golpe que significó la derrota contra Colo-Colo. La U lo pasa mal en la cancha, mientras que en la dirigencia, nadie da la cara.