Lo es, porque uno deja todo para que las cosas salgan bien, al menos fuera de la cancha, los hinchas prepararon todo para que las cosas fueran de esa manera, un gran banderazo, una previa, vigilia, estadio lleno.
En realidad no había que ilusionarse mucho, los rivales a los que se les había ganado, no eran de gran jerarquía, pero tampoco hace rato hay rivales fáciles para la U, todos son difíciles, terminamos pidiendo la hora, o que se yo.
Perdimos el duelo que no se puede perder en el año, de visita y de local.
Algunos se enojan conmigo, cuando les pongo la pelota al piso y les digo, «La U va a perder», es que tampoco hay que ser ciegos para darse cuenta que no tenemos, norte, ni sur definidos, no tenemos nada, pero al mismo tiempo tenemos mucho, jugadores buenos y por los cuales se pagó bien, pero también tenemos un estratego que cuando le convierten rápido, se nubla y no sabe como salir de abismo.
Quizás está reflexión daba para columna o algo, pero me interesa compartirla con ustedes, es verdad, también tengo ganas de patear un refrigerador como Beccacece, como sentimiento de frustración, no me vengan con el cuento de castigarlo o algo, todos cuando están chatos de algo, tienen esas mismas ganas.
Termino, como siempre y quizás a modo de resignación diciendo que soy más azul que ayer, pero menos que mañana.
¿Qué dicen ustedes?, ¿Qué dicen en Azul Azul?, ¿Qué pensará realmente el DT y los jugadores?