Un nuevo empate suma la Universidad de Chile, domingo 30 de agosto ante Palestino de local.
La U comenzó mostrando un muy buen juego y nos comenzábamos a ilusionar con una tarde victoriosa, pero el destino, la suerte, ¿El futbol? Dijo otra cosa, invictos aún pero sin convencer.
Canales nos daba la ventaja y un joven Pinilla nos emocionaba al ver su alegría y conmoción al anotar un gol con la camiseta de nuestra gloriosa Universidad.
Pero las cosas no fueron fáciles, Palestino se puso una y otra vez arriba en el marcador, dos penales, cuatro goles, un expulsado y la U no conseguía un buen futbol.
Hoy volví a vivir una sensación que no vivía hace muchos partidos, el SI NO SE SUFRE NO SE ES DE LA U, los últimos 20 minutos fueron de infarto, una final, con 10 jugadores la U mostro esos huevos que siempre la ha caracterizado, pero que los tenía escondidos por la falta de vértigo y peligrosidad en el área rival.
Recordé un partido del año 1999 , U de Chile vs O’Higgins de Rancagua con 3 goles de Emiliano Rey y 2 de el gran Leonardo Rodríguez una linda tarde de futbol y primavera donde la U mostró Futbol, goles y huevos, pudiendo sacar adelante ese partido. Hoy pensé que podía pasar lo mismo, en un minuto el estadio se volvió una caldera azul, los jugadores sintieron el apoyo y corrieron como nunca, la defensa sacaba todas las pelotas, los goleadores desaparecieron dando paso a un defensa que anotaba de cabeza, todo sumaba para el objetivo final. Pero la reacción fue demasiado tarde, la U solo se quedaba con el empate, la rabia reinaba en la cancha y mi colon me hacía sentir que el partido fue a ratos un torbellino de emociones.
Digan lo que digan, pase lo que pase seguiremos apoyando a estos 11 vestidos de azul, por la sola y sencilla razón, llevan una U en el pecho a la cual le juramos Amor Eterno. Grande la U.
Por Danny Marilicán