Revisa que opina Jaime Aguirre de la experiencia de la cobertura del fútbol femenino.
Este columnista tuvo el agrado de participar el pasado domingo de la transmisión para “100% Azules” del partido final del torneo de Apertura Sub 17 de las divisiones femeninas del club. La “U” femenina se enfrentó en reñido partido a su similar de Deportes Temuco en el CDA, partido único cuya localía fue obtenida gracias al mejor puntaje acumulado en la fase grupal del campeonato. En efecto esta división completó el torneo con campaña perfecta – sólo triunfos – y con una producción goleadora importante.
Hay que decir que el trabajo que ha realizado el encargado técnico de estas divisiones, el profesor Andrés Aguayo, ha sido muy eficiente, al extremo de que mientras escribo esta columna estamos a la espera que esta tarde de martes dispute también la final la serie adulta femenina de la “U, ante Palestino. Esta serie mayor también obtuvo el derecho de ser local en su partido final, pero se jugará en las canchas de Quilín y no en el CDA, exclusivamente porque el cotejo será televisado por CDF.
Para quienes pueden estar más alejados de la información del @Femeninou, cabe consignar que las dos series de la “U” obtuvieron su paso a la final dejando al camino en semifinales ni más ni menos que a sus similares de Colo Colo.
Decía arriba que tuve el agrado de participar de la transmisión del partido del domingo, porque es reconfortante ver varias cosas que habitualmente no se observan en el fútbol del primer equipo, como es la camaradería entre las jugadoras de ambos equipos, el deportivismo expresado en la manera como las perdedoras – el resultado final fue de 2-0 a favor de las campeonas – felicitaron y acompañaron la premiación de sus rivales, la manera como las familias de ambos equipos llegaron masiva, ordenada y respetuosamente a apoyar en una fría mañana post temporal de lluvia, y otra serie de señales positivas del entorno en que se llevó a cabo dicho importante partido.
Pero eso no fue todo, porque lo que vimos en la cancha también fue para destacar: ni una sola tarjeta amarilla (dicho sea de paso una impecable conducción referil de la árbitro internacional categoría Fifa, y representante de Chile en los próximos Juegos Olímpicos de Río, María Belén Carvajal), puesto que se jugó con absoluto apego a la buena conducta por ambos equipos; la destacadísima arquera del equipo de Temuco (seleccionada chilena) Camila Cazor; el gran juego de mediocampo de las azules Natalia Cayupán, Catalina Martabit, Camila Rapiman; la capacidad de anticipación y proyección por la banda de las defensas laterales Ivette Campos y Lorna Campos; la potencia de las centrales Laura De La Torre y Josefina Keymer, la potencia de las chicas en punta Macarena Adasme, Rosario Balmaceda y Muriel Jardua; la seguridad cada vez que fue requerida de la arquera Salma Aguirre; en fin… Juego simple, directo, mostrando aplomo, y sobre todo que están bien entrenadas.
Bien entrenadas, considerando que muchas, o todas ellas, deben estudiar durante el día, practicar de noche en el CDA, volver a completar sus obligaciones muy tarde a sus casas, y luego rendir en la cancha semana tras semana.
Sinceramente corresponde felicitar al cuerpo técnico, a cada una de las jugadoras de la serie sub 17 campeonas invictas, y a sus familiares que finalmente son prácticamente el único apoyo permanente con que ellas cuentan.
No es posible omitir sin embargo un detalle de aquella fría mañana de domingo. Las señoritas representan a la “U”. Visten la indumentaria oficial del club. Juegan de local en el CDA. Y con sus actuaciones y logros prestigian a la institución. Extrañó por lo tanto que algún director del club haya estado presente en dicho partido, máxime si era una final en casa. Claramente es triste, porque todo el esfuerzo y el sacrificio merecía ser visto y acompañado, aunque sea presencialmente, por alguien que represente a quienes conducen los destinos de la institución hoy en día. Ojalá no ocurra lo mismo esta tarde en Quilín cuando sea la adulta la que esté en esta misma instancia final porque tal como me habrán leído en otras oportunidades, la “U” es su historia y su gente. Toda su gente, sin excepción.
Por Jaime Aguirre Dueñas de @Cienx100Azules