Mucho se ha dicho ya sobre la llegada de Víctor Hugo Castañeda, secundado por Luis Musrri a la dirección técnica de la Universidad de chile, y aquí quiero profundizar en algunos conceptos que son importantes conocer antes de hacerse demasiadas, y quizás infundadas esperanzas con el futuro del equipo bajo la dirección del ex jugador de la “U”.
Etapa como jugador
Digamos que como futbolista no es formado en la “U” y llegó a la institución ya rondando los 30 años por petición especial del técnico de entonces, Arturo Salah. Sin embargo nunca se consolidó como “el” creador que necesitaba el equipo, y así fue como se transformó en segunda opción después de Raúl Aredes o Leo Rodríguez. Se caracterizaba por un futbol pausado cansino a veces, lo que lo hizo merecedor al apodo de “Victortugo” y era característico oir en la tribuna el grito “¡Saca a Castañeda, Salah!”, incluso apenas movida la pelota al inicio de los partidos, como forma de “talla”. Victor Hugo no fue el “ídolo” que nos dicen que fue. Querido, sí. Pero no es identificado con el fútbol de la “U” ni mucho menos el ídolo como muchos otros sí lo son.
Director Técnico del primer equipo
Cuando se hace cargo del primer equipo de la “U”, asume con Patricio Mardones, actual director de Azul Azul, como ayudante de campo. Venía de ser el entrenador de la división juvenil y había tenido algunos problemas con jugadores, como con Marco Olea, a quien terminó despidiendo del club. Recibe un plantel plagado de jugadores formados en la “U”, que había sido exitosamente guiado por Cesar Vaccia logrando el bicampeonato en los torneos de 1999 y del 2000 y a quien no se la había renovado contrato por no haber logrado el anhelado tricampeonato y tampoco haber clasificado a la Copa Libertadores. El presidente de entonces, René Orozco, afirma que la venida de VHC es “para reencantar al hincha”.
En el primer año, con el debut de los torneos con play off, estadísticamente fue muy bueno, y solo fue eliminado en los torneos de apertura y clausura en la fase de semifinales, en ambos casos por la Universidad Católica, campeón en el apertura y vicecampeón en el clausura. Pero en la tabla acumulada en del año la Universidad de Chile iguala en el primer lugar con la UC y solo es superada por diferencia de goles. Sin embargo en lo futbolístico se notaba un retroceso, ya que el estilo que comenzaba a usar el nuevo técnico era notoriamente más defensivo que el de su predecesor. Aunque el esquema usado era el 3-5-2, a los tres defensas nominales se le sumaban dos defensas de contención y dos laterales volantes que priorizaban la parte defensiva por sobre la ofensiva. Así, a veces la “U” tenía a siete jugadores en cancha que eran de perfil defensivo.
El segundo año fue notoriamente inferior, ya que en los dos torneos jugados los dirigidos por Castañeda solo llegaron hasta la primera fase de los play offs, siendo eliminados por Universidad de Concepción en el apertura y por Cobreloa en el clausura, con profundas falencias en lo futbolístico lo que lo obligó a salir entre críticas de la hinchada. A la postre nunca logró reencantar a la hinchada como pregonaba el inefable Orozco.
Víctor Hugo en los clásicos
En los clásicos es donde claramente Víctor Hugo Castañeda tiene un saldo negativo: con la Universidad Católica se enfrentó ocho veces, en las cuales empató en cuatro, perdió en tres y ganó en solo una ocasión. Con Colo Colo jugó cuatro veces, perdió una y empató las tres restantes, pero esa derrota es de las más dolorosas que se recuerda en un súper clásico ya que fue en ese encuentro donde destacó Francisco Huaiquipán y la “U” mostró una terrible falta de actitud.
Desarrollo posterior
Salido de la “U”, VHC estuvo un par de años fuera del futbol hasta que en el 2005 se hizo cargo de Deportes La Serena donde se quedó hasta el 2010, llegando a ser apodado “el Ferguson de La Portada” por su prolongada estadía en la banca granate, algo muy poco usual en nuestro medio. Allí logró campañas históricas, llegando a semifinales en el clausura del 2005 y el clausura del 2009. Pero también tuvo años muy malos, como el 2006, donde en la acumulada del año tuvo un rendimiento de solo 37%, el 2007 con 40%, y en el apertura del 2009 logró solo 14 puntos en 17 partidos jugados, con un 27% de rendimiento. Sale de ahí al término del torneo del 2010.
Los dos años siguientes dirige a la Universidad de Concepción: en el 2011 en ninguno de los dos torneos pasa a la fase de play offs y en la acumulada del año obtiene un mediocre rendimiento de 38% . A poco de iniciado el campeonato de apertura del 2012 es despedido por el bajo rendimiento que los tenia complicados con el promedio acumulado para el descenso. Finalmente, debido a la posición en la tabla acumulada, los del Campanil debieron jugar la liguilla de promoción donde finalmente descendieron a primera B.
Despedido de la U. de Concepción, dirigió a Everton en el clausura de ese mismo año y lo clasificó a la liguilla de promoción, donde debió enfrentar a su ex cuadro. Finalmente los viñamarinos logran el ascenso a primera A, enviando a los penquistas a la división menor, en lo que fue visto como una revancha de Castañeda. Pero nuevamente debido a la mala campaña, es despedido a mediados del torneo llamado apertura 2013-14, jugado en el segundo semestre del 2013.
Un año después, en octubre del 2014, es anunciado como nuevo técnico de Coquimbo Unido, con la misión de salvar del descenso a ese club que a esas alturas se ubicada en el penúltimo lugar de la primera B. Sin embargo justo un año después los malos resultados obtenidos lo vuelen a dejar sin trabajo, al ser despedido del club nortino.
Como se ve, en los tres últimos clubes que ha dirigido ha tenido malos resultados de los cuales ha sido despedido, un fin que es recurrente en su carrera.
Luis Musrri como ayudante
Lucho Musrri sí es un formado en las canteras de la “U” y es considerado con justicia un ídolo y símbolo del club: estuvo en los peores y en los mejores momentos azules. Miembro de la selección nacional juvenil que obtuvo el cuarto lugar en el torneo mundial jugado en Chile en 1987, Musrri jugó en segunda división cuando los azules bajaron de categoría, y en esas revanchas propias del destino, fue capitán del equipo bicampeón de los años 1994 y 1995 y semifinalista de la Copa Libertadores de 1996, además de jugar el mundial de futbol de Francia de 1998.
Como técnico ha tenido a varias cuadros bajo su mandato. Con Melipilla ascendió a primera A el 2006, y renunció en el torneo siguiente por discrepancias con los dirigentes; luego dirige a Palestino llegando a la final del clausura del 2008, pero en el clausura del 2009 es despedido por mal rendimiento; en Cobresal estuvo desde 2010 hasta el apertura del 2012 y es despedido también por mal rendimiento; Coquimbo Unido lo lleva para subir a primera A el 2012, y a mediados del año siguiente renuncia sin lograr el objetivo, tras ser amenazado por “hinchas” debido al mal rendimiento; en junio del 2014 es contratado en el equipo de la “segunda división profesional” (tercera división) San Antonio Unido con la misión de subir a la primera B y mantuvo la opción hasta la última fecha, cuando fue derrotado por quien finalmente ascendería, Deportes Puerto Montt; finalmente en junio del 2015 asume en Deportes La Serena y en su primer torneo tuvo un buen desempeño llegando hasta la final, donde fueron derrotados por Everton, y en el presente torneo están en penúltimo lugar jugadas cinco fechas.
Como se ve, campañas irregulares, unas buenas, otras malas, y paupérrimo nivel actual.
El ayudante
Si Víctor Hugo es el director técnico y Lucho Musrri viene como su ayudante de campo, uno se pregunta a qué viene Cristián Castañeda: sería como el “ayudante del ayudante”. Raro. Suena a nepotismo: está acá porque lo trae el hermano. O sea, Patricio Mardones trae a su amigo VHC y este trae a su hermano. No se ve otra razón, ni mucho menos se ve mérito.
Esta es una breve reseña de los técnicos que eligió la dirigencia de Azul Azul para reemplazar al cuerpo técnico comandado por Sebastián Beccacece, ayudante técnico de Jorge Luis Sampaoli, con quien se coronó campeón de la Copa Sudamericana del 2011 y tricampeón chileno con la “U”, campeón de América con la selección chilena el 2015 y participó también en el Mundial de Futbol del 2014. Además, en el desafectado cuerpo técnico estaba el preparador físico Luis María Bonini, quien en 21 años junto a Marcelo Bielsa transitó por importantes clubes de Argentina, México y España, además de estar en los mundiales de Corea-Japón con la selección argentina y en el de Sudáfrica con la chilena. A la luz de los resultados que conocemos, sabemos que todo este curriculum sirvió de poco, pero al menos es algo que los nuevos nominados no pueden mostrar. Todos los que queremos a la “U” esperamos que les vaya bien, pero debemos darnos cuenta que están acá no precisamente por su trayectoria sino por ser queridos por el hincha y con eso la administradora del club se evita un problema grande, ya que sabe que difícilmente la crítica contra estos ex jugadores será tan extrema y desatada como lo fue con los argentinos. Esa es la única razón que se encuentra para que se haya optado por esta “dupla” técnica.
Otra cosa es lo que hemos dicho muchas veces en este sitio y en otros: Azul Azul no sabe qué identidad quiere para su equipo. Sin entrar a repetir conceptos ya señalados días atrás, con la llegada de Castañeda y Musrri se deja de lado el ideario de fútbol ofensivo que tanto éxito le dio al club con Sampaoli y su reconocida influencia bielsista y que de alguna forma se trató de replicar con Beccacece y Bonini, y se reemplaza por estilos más semejantes a lo que hacia Nelson Acosta. Retrocedemos entonces a épocas que pensábamos ya idas, por lo que deberíamos dejar de lado la idea de volver a tener protagonismo a nivel continental.
Por Luis Miguel Retamales C. / Fotografía: José Luis Valdivia