En un vació estadio CAP de Talcahuano, Universidad de Chile enfrentaba la tercera fecha del torneo local, buscando mantener el tranco ganador de las fechas previas contra Ñublense.
En el inicio del partido, el equipo del Ñuble se veía muy superior a la visita, así llegaron las primeras ocasiones claras para los de rojo. Esto, porque la marca en el medio terreno azul brillaba por su ausencia y cada vez que el local superaba el medio terreno, podía aproximarse con peligro a la puerta azul.
De esa forma no extrañó que tras un balonazo frontal, Rubio la bajó de pecho, Cerezo hizo lo propio y mandó un zapatazo que terminó en el arco de Galindez. Golazo de cabo a rabo.
Universidad de Chile intentó una reacción, en donde todas sus acciones tenían como mejor protagonista a Pablo Aranguiz. Aun así, el equipo mostraba poco y nada en la cancha acerera.
Pero si algo tienen los azules es calidad en ataque, no necesariamente un circuito de juego, sino jugadores de alto nivel. Así es como Del Pino Mago cometió una falta a Fernandes, la cual el Chorri Palacios cambió por gol: 1-1 en el electrónico.
El empate dejó el partido en un pozo, Ñublense perdió claridad y empezó a tener amarillas en banca y en la cancha con eso, dio la sensación que la U tuvo un respiro al llegar al entre tiempo.
En el complemento la visita se vio un poco mejor que en la primera fracción, aunque de igual manera los chillanejos eran capaces de generar peligro en la puerta de Galindez.
En la segunda fracción el duelo fue una locura, la U no jugaba bien, Ñublense se quedaba sin ideas y no aprovechaba la expulsión de Poblete.
Escobar intentó mover el árbol y asegurar el empate, pero recibió un penal de regalo que nuevamente el Chorri convirtió en gol. 1-2 y quedaban pocos minutos. El adiestrador colombiano sabía que estaba ganando un partido que no merecía, pero no contaba nuevamente con la fragilidad de la retaguardia azul, que no fue capaz de despejar un balón que terminó en el gol de Patricio Rubio: 2-2 en el placar.
El partido tenía pocos minutos por disputar, pero los chillanejos sintieron el olor a sangre y fueron a por todo. El premio llegó a través de otra jugada colectiva en que la última línea de la visita solo miraba. 3-2 y justicia para el equipo que buscó y jugó mejor siempre.
La U buscó el empate de forma desesperada, con más ganas que fútbol y en la última jugada casi lo logra Carrasco. El duelo terminó con triunfo de los rojos y una señal del mismo color para Escobar y el romántico viajero.