Aunque la llave estaba totalmente abierta para ambos equipos, y así quedó demostrado en el partido de ida, los errores arbitrales estuvieron presentes en Santa Laura, y sumado a la lesión de Carla Guerrero, fueron factores que mermaron las intenciones del Romántico Viajero por salir airoso de la cancha de Pedrero, y así traerse la clasificación al Centro Deportivo Azul.
También hay que saber reconocer la categoría que tuvo el rival que estaba al frente, además de aquello, los errores propios tampoco se pueden desconocer. Una conformación de plantel que no estuvo a la altura de años anteriores, la poca experiencia desde la banca, y una visión poco clara para la elección de refuerzos (salvo Franchesca Caniguán), formaron un conjunto de decisiones, que a la postre derrumbaron el sueño de ganar otro campeonato.
Universidad de Chile saltó a la cancha del Monumental, con la clara intención de quedarse con la llave, eso se estaba graficando en el juego mismo, con intensidad, pundonor y ganas, la «U» tuvo buenos pasajes en el inicio del duelo, a pesar de haber tenido a sus dos centrales titulares descartadas, y con una línea posterior pocas veces vista.
El fútbol está marcado por detalles; en una aproximación de las locales, vino un centro desde la izquierda del ataque albo, cuyo balón fue desviado por Valentina Díaz, que posteriormente dio en el brazo izquierdo de Isidora Olave, ese rebote cayó en los pies a Javiera Grez, quien adelantó a las locales en el marcador, con un gol viciado (9′).
Aquello significó un verdadero balde de agua fría para Universidad de Chile, tan así, que las locales estuvieron cerca de llegar al segundo tanto, sin embargo, un tiro en uno de los verticales, y una extraordinaria tapada de Natalia Campos, mermaron las aspiraciones rivales por ampliar las cifras.
Parecía que el Romántico Viajero se dormía en el terreno de juego, hasta que en una aproximación ofensiva, Bárbara Sánchez ganó un duelo por banda derecha, y por consiguiente, lanzó un centro medido al área rival, el cuál fue bajado de manera magistral por Franchesca Caniguán, que acompañado de un control orientado, batió con pierna derecha a Ryann Torrero, decretando el empate para las azules (34′).
Parecía que el gol del empate refrescaría las ideas de Universidad de Chile en el afán de alcanzar el objetivo. Sin embargo, una pérdida de balón en el mediocampo propio, le permitió a Yastin Jiménez, lanzar un calculado pase filtrado al corazón del área azul, en donde Isidora Olave, no tuvo problemas para batir a Natalia Campos (41)’.
Se pensaba que el descanso en el entretiempo, iba permitirle a la «U» armar una nueva estrategia, mover el tablero con las mismas intérpretes, cosas que Nicolás Bravo, ha hecho de buena manera en otras ocasiones. Sin embargo, nada de eso sucedió, y fueron las rivales que hicieron un extraordinario segundo tiempo, que finiquitaron el partido y la llave, llegando al tercer tanto, en una desafortunada jugada que terminó en autogol de Fernanda Pinilla (51′).
En conclusión, de estas penas se deben sacar lecciones para seguir creciendo, Universidad de Chile femenino, le ha entregado al hincha acérrimo de la «U», eso que ha estado extraviado por mucho tiempo en el equipo masculino, la jerarquía, la impronta que debe imponer esta camiseta sobre sus rivales.