Si viajas a Isla de Pascua no será sorpresa encontrarte con niños y jóvenes luciendo una camiseta azul. A 3.761 kilómetros de distancia el amor por estos colores parece relucir en la isla mágica de Rapa Nui, los bullangueros en el ombligo del mundo se hacen presentes a diario.
“Esto es una obra del señor. Somos todos creyentes y antes de jugar un partido le oramos al señor para que nos vaya bien, no nos pase nada y jugamos con 12, ya que también jugamos con él”. Así nos cuenta su Director, don Juan Patricio Leiva Sandoval, quien dirige a la escuela desde sus comienzos en 2013. Lo que partió siendo un sueño, se convierte en realidad y hoy es una consolidada escuela y única en Isla de Pascua.
“La escuela nació de un viaje con niños que hicimos hace 4 años atrás. Un grupo de niños hizo un pequeño club deportivo y jugábamos futbolito en la isla. Un día les dije: “Vamos a ir a Santiago a jugar con la U, aunque nos goleen pero lo bonito será la experiencia”.
“Así fue como llamamos a la U, nos contestaron, nos recibieron en el CDA y logramos jugar ahí un día. Nos presentaron a Diego Rivarola y ahí empezó todo. Diego me dijo que si me gustaría la idea de poner una escuela en la isla y yo le respondí que encantado, me entusiasmé mucho. Un 21 de agosto del 2013 se inauguró, hace 4 años atrás”.
Isla de Pascua solo tiene una cancha sintética, en donde día a día se encuentran diversos equipos los cuales actualmente compiten por el torneo local. Patricio, orgulloso de sus logros, nos cuenta la organización de la primera escuela de un club profesional en la isla.
“La escuela es de 80 niños aproximadamente, no se cobra ni un peso, solo la tenida profesional que se les da. Entrenamos todos los días desde las 5 hasta las 7 de la tarde y cuando empieza el colegio hacemos campeonatos escolares los días jueves, es decir que no descansamos, le damos duro. El único día libre es el sábado o el domingo. Acá en Rapa Nui no hay categorías, así que de los 15 a 20 años jugamos campeonato adulto, además de la 17 y la juvenil. Hemos ganado 3 títulos, una Supercopa y estamos muy contentos, ya que hay niños que ya están de cadetes en otros clubes”.
La experiencia sin duda es un sueño para todos los niños y jóvenes que a pesar de la lejanía con Santiago, no pierden las ganas de representar al equipo de sus amores. Es por esto que Diego Rivarola ha encabezado las actividades de visita para los niños de la isla. “Hemos viajado a Santiago, todos los años hacemos gira, hemos ido a jugar a Argentina el 2016, a Chiloé y Santa Cruz, nos fue súper bien. Tenemos un nivel de juego, un esquema, tratamos de hacerlo lo más profesional posible. Hemos tenido resultados positivos, ahora nos toca pretemporada, la escuela se toma enserio”.
“Representamos de la mejor manera al club Universidad de Chile, ya que me gusta la disciplina, el ordenamiento y entrenamos al igual que los profesionales. La gente nos apoya harto, nos va a ver jugar y eso es bonito para nuestra comunidad, están muy contentos con la escuela. Este año trataremos de conquistar otro título, es la prioridad que tenemos el 2018”.
Desde el Centro Deportivo Azul, el artífice de la creación de esta escuela nos cuenta cómo nació la idea y que motivó a Azul Azul en realizar esta hermosa iniciativa.
“Fueron varias cosas que se juntaron. Cuando yo me retiré del fútbol una de las cosas que me propuse fue de tratar de abrir nuevos lugares en donde la U no llegaba todavía. Uno de los lugares que me llamó la atención fue la Isla de Pascua. Nunca había ido y lo propuse. También en ese momento vino una persona que allá trabajaba con niños y tenía en mente armar algo con ellos, se acercó a hablar conmigo y le propuse que juntos hiciéramos una escuela de la U y así nació todo”.
El Asesor Deportivo de la U y goleador azul, también entregó palabras de agradecimientos para el director de la escuela y su gran iniciativa. “Él le ha puesto bastantes ganas para que la escuela crezca rápido, también tuve la oportunidad de hablar con el alcalde de la isla y estaba muy agradecido de que se haya creado algo más formal, con indumentaria, sistema de trabajo planificado. Don Pato Leiva es una persona muy motivada, que quiere mucho a sus niños y la verdad que han mantenido muy bien la escuela. Encontramos una gran persona que pueda mantener esto, ya que desde acá es muy difícil pero a través del es mucho más fácil”.
Con respecto a la evolución de la escuela y el mercado futbolísticos fue enfático en reconocer sus frutos. “La evolución ha sido muy grande, ya que además de la escuela se ha formado un equipo que participa activamente del torneo en la isla, de forma consolidada, en donde la U ya ha salido campeón en la isla. Muchos quieren jugar ahí. Nosotros tenemos hoy a Diego Montenegro, que no es de la isla, se fue a vivir allá, pero ahí lo vimos nosotros y aprovechamos de reclutarlo. Al igual que Francisco Moncada que estuvo a prueba bastante tiempo”.
“El fruto que hoy da la escuela es reconocer a la U a nivel internacional. Muchas veces se mal enfoca, ya que se cree que las escuelas de fútbol son para buscar jugadores, pero no es el foco principal. Incluso las estadísticas de nuevos talentos no vienen desde las escuelas de fútbol. Se busca el reconocimiento de marca, el acercamiento al club, marcar presencia y donde los niños la van a pasar bien”.
Sobre las ganas y el perfil del fútbol en Isla de Pascua, Rivarola entregó detalles de sus metas al llegar a la isla y plasmar el sentimiento azul en la única cancha de Rapa Nui.
“Yo vi dos cosas principales de los chicos en la isla: vi una fortaleza física increíble y una deficiencia técnica muy grande. Entonces lo que nosotros ideamos fue crear una escuela desde chiquitos, para que esa fortaleza que la traen naturalmente tenga frutos durante los años de trabajo. Tenemos que tratar de mantenerla de la mejor forma posible, ir a visitarlos, no dejarlos de lado y ayudar en lo que necesiten. Ellos tienen las puertas abiertas acá cuando necesiten venir de forma grupal o personal, que sepan que el apoyo de la U está y debemos mantener una buena relación”.
El amor a la U es transversal. No sabe de raza, color, religión ni sexo. Eso muy bien lo sabe nuestro querido “Gokú”, quien entregó solo momentos de felicidad al equipo de nuestros amores. El a su vez, refleja el orgullo que siente al llegar a lugares tan lejanos y tener siempre buena recepción de la gente y los jóvenes que sueñan con lucir la camiseta azul.
“Como a vos te pasó, le ha pasado mucha gente que llega desde la isla y me comenta que ve un equipo de la U jugando y le llama la atención. Me reconforta ver contentos a los chicos, es un orgullo que estén tan consolidados. La U es un equipo tan grande que tenemos que aprovechar todos estos lugares donde nosotros mismos creemos que no podemos estar, es un afán mío llevar a la U más allá. Vamos de a poco, estamos en la isla, en Mendoza, México y estamos trabajando para abrir una escuela en Estados Unidos”.
Daniela Alegría | Radio AzulChile.cl