La verdad es que nadie daba por ganado el partido del sábado ante Antofagasta, sabíamos que íbamos a sufrir mucho y finalmente así fue. De todas formas vimos alguna pequeña muestra de mejora grupal aunque no vale de nada si la pelota no termina en gol.
Durante todo el encuentro, la U fue el equipo dominador, con buenos despliegues por las bandas pero solo en la jugada del gol, que abrió la cuenta vimos una ocasión clara. Lo demás fue solamente «casi casi» y errores de un equipo que parece que durante la semana no trabaja lo suficiente. Herrera fue un hincha más del encuentro en la primera parte, que miraba a lo lejos lo que hacían sus compañeros y se lamentaba las ocasiones de gol.
Ni cinco minutos nos duró la alegría para que Antofagasta anotara el empate, y que el estadio repleto se llenara de incertidumbre, una vez más. Por más que la barra hizo remecer el recinto con sus cánticos de apoyo, finalmente nos quedamos en un empate con sabor a derrota.
Solo hemos conseguido un punto de los seis posibles y la preocupación, frustración y rabia de los azules aumenta, al ver un equipo que no obtiene resultados positivos y todas las miradas se centran -una semana más- en Sebastián Beccacece.
Por Cristian Ibarra